Souvenirs: el lado oculto de los regalos vacacionales

De recuerdo a residuo: la huella ambiental de la industria de los souvenirs

Esta semana exploramos un tema muy polémico. Esperamos disfruten mucho este articulo, tanto como nosotros haciendo la investigación y recogiendo datos sobre su impacto global. Quizá esto les siembre una pequeña inquietud, la próxima vez que salgan de visita o tomen vacaciones y piensen mas de dos veces antes de comprar algo que posiblemente termine en la basura.

Los souvenirs son el “recuerdo tangible” de un viaje: imanes, llaveros, camisetas, miniaturas, conchas y artesanías. Pero detrás de su aparente inocencia hay impactos ambientales que rara vez se discuten: uso de plásticos de un solo uso, textiles de baja durabilidad, resinas y metales, embalajes innecesarios, y en algunos casos, piezas derivadas de vida silvestre (plumaje o restos de animales del sitio visitado). La buena noticia: ya hay regulaciones y soluciones en marcha para transformar este mercado hacia la Economía Circular.

¿Qué tan contaminante puede ser un souvenir?

El turismo representa aproximadamente el 8% de las emisiones globales de GEI cuando se contabiliza toda la cadena de suministro —incluidas compras y souvenirs—, según un metaanálisis que rastreó emisiones a través de vuelos, alojamiento, comida y consumo de bienes.

En lo que respecta a residuos, el dato más contundente viene del problema del manejo del plástico. La Unión Europea estimó que entre 80–85% de la basura marina (conteos en playas) es plástico y que los ítems de un solo uso representan alrededor del 50% de esos residuos. Esto incluye envases, vasos, pitillos, palitos para globos y otros artículos de consumo rápido asociados a la actividad turística y a compras impulsivas.

Un caso que nos sirve de ejemplo: las cuentas o collares de bolitas plásticas similares a un collar de perlas que son tan populares en Mardi Gras en Nueva Orleans, EE.UU. Investigaciones y reportes municipales encontraron decenas de toneladas de collares plásticos acumulados en drenajes tras los desfiles; además, análisis independientes han detectado metales pesados y componentes de e-waste en algunas de estas cuentas. Ejemplifican el “souvenir” festivo que se usa poco, se pierde o desecha rápido y termina en sistemas de agua.

También existe el impacto sobre la biodiversidad cuando los recuerdos incluyen especies o partes de fauna/flora (corales, tortugas, marfil, pieles, conchas protegidas). La compra puede ser ilegal y, además, incentivar cadenas de tráfico que dañan ecosistemas y comunidades. Guías de WWF, autoridades aduaneras y CITES advierten explícitamente sobre evitar este tipo de productos.

Regulaciones y marcos en marcha

Turismo sin plásticos de un solo uso. En 2021, el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y el WTTC (World Travel & Tourism Council) mapearon puntos críticos de plásticos de un solo uso en la cadena de valor turística (agua embotellada, golosinas, empaques, etc.) y recomendaron cambiar a modelos de reducción y reutilización (no solo sustitución por otro material), con colaboración público-privada e infraestructura adecuada en el destino. Esto incide directamente en souvenirs y su empaque.

CITES y vida silvestre. Para recuerdos que involucran especies o partes de animales/plantas, rigen CITES(Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) y leyes nacionales. La recomendación oficial para viajeros es clara: “si hay dudas, no compres”. Además, la compra puede derivar en decomisos y sanciones en frontera.

Estándares y certificaciones. A nivel de destino y cadena turística, el estándar de la Global Sustainable Tourism Council (GSTC) incluye criterios de Economía Circular y gestión de residuos que pueden abarcar la oferta de recuerdos en comercios locales. En cuanto a materias primas, FSC (madera), Fairtrade/WFTO (comercio justo) y otras certificaciones ayudan a trazar y mejorar el desempeño social y ambiental.

Materiales y huellas: ¿qué mirar?

Plástico y resinas. Muchos souvenirs son de PVC o resinas con difícil reciclabilidad. Las alternativas “biodegradables” no siempre resuelven si no hay sistemas de compostaje industrial o si el producto se dispersa como basura. Las guías del PNUMA recomiendan evaluar opciones de reutilización o no consumo antes que sustituciones 1:1.

Textil (camisetas, tote bags). El problema no es solo la fibra: es la baja durabilidad y el “comprar por impulso”. Un souvenir textil que dura 10 lavadas genera más impacto por uso que uno de buena confección (idealmente orgánico o reciclado, tintes seguros y producción local). El principio: menos, mejor y más duradero. (El peso de “shopping” ya aparece en el 8% de huella turística).

Imanes/llaveros con metales y tierras raras. Algunos imanes llevan neodimio. Estudios de ACV muestran que reciclar estos metales reduce sustancialmente impactos frente a producción virgen, una pista de diseño para souvenirs de calidad con contenido reciclado.

Vida silvestre y materiales naturales sensibles. Evitar coral, carey, conchas y maderas raras; preferir madera certificada (FSC) y fibras vegetales de manejo sostenible verificable.

 

¿Se está haciendo algo? Casos y tendencias

  • Reducción de SUPs en destinos. La agenda “Rethinking Single-Use Plastics in Travel & Tourism” promueve a hoteles, operadores y comercios a eliminar plásticos innecesarios, instalar rellenado de agua y rediseñar la oferta minorista. Cuando el destino habilita infraestructura (puntos de refill, reciclaje de calidad, compra pública verde), los comercios de souvenirs acompañan con menos empaque y productos más durables.

  • Campañas ciudad-evento. Los programas para Mardi Gras han introducido recolección y alternativas (semillas de açaí, vidrio reciclado, papel), además de cooperativas de reciclaje de cuentas; aun así, el reto persiste por volumen y dispersión.
  • Compras responsables y trazabilidad. Organizaciones como WWF y agencias aduaneras publican guías para turistas y comerciantes; aeropuertos participan en iniciativas para frenar tráfico de vida silvestre en la cadena aérea.
  • Certificaciones y criterios. Destinos que adoptan criterios GSTC impulsan al comercio local a ofrecer recuerdos responsables; a nivel de producto, FSC y Fairtrade/WFTO son señales mínimas de buenas prácticas socioambientales.

Hacia un mercado de souvenirs circular

1) Diseñar para durar y para amar. La mejor “mitigación” es un recuerdo que el viajero realmente use por años (taza bien hecha, prenda de calidad, artesanía funcional), no un plástico desechable que termina en la basura del hotel o del aeropuerto.

2) Priorizar materiales verificados.
– Madera o papel FSC; textiles con contenido reciclado/algodón orgánico certificado; metales reciclados; vidrio reciclado local. – Evitar mezclas inseparables (p. ej., resina + metal pegado) que impiden reciclaje.
– Diseñar repuestos (cordones de llavero, tapas) para extender vida útil.

3) Quitar lo superfluo. Empaque mínimo, preferir envoltorios reutilizables o a granel (imanes sin blister, textiles sin bolsa plástica). Reemplazar “rellenos” y “espumas” por soluciones reutilizables.

4) Trazabilidad y comercio justo. Trabajar con WFTO/Fairtrade para garantizar condiciones dignas y gestión ambiental en talleres y cooperativas. Comunicar el impacto (quién lo hizo, materiales, reparabilidad).

5) Recolección y segundo ciclo. Implementar en tiendas “take-back” de souvenirs rotos; alianzas con recicladores locales; metas de contenido reciclado. (La evidencia en imanes/tierras raras sugiere beneficios claros al cerrar el ciclo).

6) Evitar vida silvestre y recursos sensibles. Política de “no vender” coral, conchas protegidas, pieles exóticas, plumas; capacitación al personal sobre CITES y señalética educativa para clientes.

7) Gobernanza y compras públicas. Municipios y entes de turismo pueden:
– Incluir cláusulas de reducción de SUPs y contenido reciclado en licencias/ferias.
– Facilitar infraestructura de refill y reciclaje de calidad.
– Usar criterios GSTC para orientar a comerciantes y mercados artesanales.

¿Qué podemos hacer cuando vamos de visita o de vacaciones?

  • Preguntar quién lo hizo y de qué está hecho; preferir local y con certificaciones (FSC, Fairtrade/WFTO).
  • Evitar plásticos de un solo uso y embalajes innecesarios; si es plástico, buscar contenido reciclado posconsumo.
  • Nunca comprar fauna/flora ni derivados dudosos (corales, caparazones, marfil, carey).
  • Priorizar un recuerdo útil que durará años (poca cantidad, alta calidad).

Palabras finales

La industria de los souvenirs es parte del problema cuando se empeña en trabajar con productos baratos (de baja calidad), de vida útil corta, empaques plásticos y materias primas sensibles. Pero también puede ser parte de la solución: diseño para la durabilidad, materiales reciclados o certificados, comercio justo, reducción radical de SUPs y trazabilidad. Las regulaciones (como la Directiva europea de plásticos) y las guías PNUMA/WTTC ya marcan el camino; ahora toca al sector del Turismo —y a quienes viajamos— alinear la compra de los souvenirs con los principios de la Economía Circular, sobre todo como un imperativo de cuidado del Medio Ambiente mientras disfrutamos de nuestro viaje.

Te compartimos algunas de nuestras fuentes de consulta para que puedas ampliar información:

  • European Union. Directive (EU) 2019/904 on the reduction of the impact of certain plastic products on the environment.
    👉 Base legal europea que regula los plásticos de un solo uso, muy vinculada a la industria turística y de souvenirs.

  • UNEP (PNUMA) & WTTC (World Travel & Tourism Council). (2021). Rethinking Single-Use Plastic Products in Travel & Tourism.
    👉 Informe conjunto que identifica los plásticos de un solo uso más comunes en el turismo y propone soluciones para reducirlos.

  • Lenzen, M. et al. (2018). The carbon footprint of global tourism. Nature Climate Change, 8, 522–528.
    👉 Estudio académico que demuestra que el turismo (incluyendo compras como souvenirs) representa cerca del 8% de las emisiones globales de GEI.

  • CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora).
    👉 Tratado internacional que regula el comercio de especies amenazadas, aplicable a souvenirs hechos con corales, marfil, conchas, maderas exóticas, etc.

  • WWF & U.S. Fish and Wildlife Service. Buyer Beware: Souvenirs and Wildlife Trade.
    👉 Guías para turistas sobre qué productos evitar al comprar recuerdos, con énfasis en especies protegidas y reguladas.

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